TIRGO

Tirgo es una localidad ubicada en la comarca de Haro, en la Rioja Alta. Se encuentra a apenas 10 km al suroeste de la ciudad jarrera y a unos 50 km al noroeste de Logroño, capital de la provincia homónima y de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Su población es de 194 habitantes (INE, 2017).

Tirgo se encuentra en el rincón noroccidental de La Rioja, en la margen derecha del río Tirón y en el interfluvio que forma este con el río Oja poco antes de desembocar ambos en el Ebro ya fluyendo en un mismo caudal. Tirgo se asienta, por tanto, en una de las llanuras aluviales más fértiles de La Rioja, rodeada de cultivos de secano, huertas de regadío y viñedos.

HISTORIA

Los orígenes de la villa de Tirgo se encuentran vinculados a los de los autrigones, una tribu prerromana que hizo de sus tierras su primer núcleo de población, de ahí que el primer nombre de Tirgo fuera directamente Autrigón. No obstante, la villa de Tirgo no aparece en la documentación histórica hasta el siglo X, haciéndolo en el acta fundacional del convento de Covarrubias, al que se le donaba uno de los templos ubicados en Tirgo. La villa cambió de manos durante toda la Edad Media, perteneciendo alternativamente tanto a la monarquía castellana como a la navarra, situación motivada por su condición de tierra de frontera entre ambos reinos. Tirgo vivió en tal vaivén hasta el siglo XIV, momento en el que se integró en el condado de Baños de Rioja, el cual pertenecía a los Zúñiga. No mucho más tarde, sin embargo, sería la Casa de Leiva quien dominara el señorío, gozando además de jurisdicción para ejercer como señora de vasallos de las gentes que vivían en sus dominios, que incluían Baños de Rioja, Ochánduri, Leiva y la propia Tirgo. Esta nueva situación duraría hasta el siglo XVIII, cuando Tirgo pasó a ser reconocida como villa independiente gracias a las influencias de la reina Mariana de Austria, formando parte del partido judicial de Santo Domingo de la Calzada y más delante de la provincia de Burgos hasta la creación en 1833 de la de Logroño.

FESTEJOS POPULARES

• Fiestas patronales en honor a El Salvador: del 5 al 8 de agosto.
• Fiestas patronales en honor a Nuestra Señora y San Roque: del 14 al 16 de agosto, las cuales finalizan con una guerra de agua y el Entierro de la Cuba.

ACTIVIDADES

Tirgo posee un pequeño casco histórico poblado por antiguas casas de sillería que todavía hoy exponen a la vista los blasones familiares de sus moradores. Datan de los siglos XVII y XVIII y muestran el rico pasado de esta localidad de la comarca de Haro. Tirgo destaca además por la iglesia parroquial de El Salvador, ubicada donde antiguamente se encontraba el monasterio de Santa María de Tirgo y sobre una necrópolis medieval que luego, además, se reformó para servir de empalizada defensiva. Se trata de una de las joyas del arte románico del valle del río Oja, y data de los siglos XII y XIII, adscribiéndose al románico tardío. Cuenta además con unas interesantes pinturas murales de época gótica, descubiertas tras el retablo mayor barroco en los años sesenta del siglo XX.

Aunque durante las fiestas reina el bullicio, Tirgo es un lugar tranquilo y apacible ideal para visitar de retiro. Goza de senderos y rutas BTT que lo unen con enclaves y experiencias interesantes. Destacan entre ellos la ruta del románico del río Tirón, de la cual Tirgo forma parte, que se extiende desde los Obarenes hasta el cauce del río. Se divide en dos etapas, una en plena sierra norte riojana, caracterizada por los castillos que recorre; y otra ya en el llano, donde encontramos la propia Tirgo y los bonitos pueblos de Treviana, Casalarreina, Ochánduri y Cuzcurrita del Río Tirón. Además, las históricas bodegas de Tirgo, junto con las de otras poblaciones de alrededor, se incluyen en la ruta del vino, pues nos encontramos en una de las zonas vitivinícolas más renombradas de La Rioja, la de la comarca de Haro, villa famosa por su belleza y sus bodegas. También dispone de accesos cercanos a la Vía Verde del Oja – Tirón.

GASTRONOMÍA

Tirgo destaca por los productos de su huerta, como los pimientos y las patatas, gracias a los que se realizan platos riojanos típicos como los pimientos rellenos o las patatas a la riojana. Además, mantiene una interesante cabaña bovina destinada sobre todo a la producción láctea y goza de numerosas bodegas, cuyos establecimientos en ocasiones remontan su origen varios siglos atrás.